La carrera de Robert King describe un trayecto de sacrificios y desafíos personales y profesionales. Desde sus primeros pasos en los campamentos de Jaime David Fernández Mirabal, Robert ha forjado su camino en el atletismo con el apoyo inquebrantable de su familia y entrenadores, como Yassen Pérez, quien ha sido clave en su formación.

A lo largo de su trayectoria, ha representado con orgullo a su país en competencias internacionales, destacándose especialmente en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, donde logró la medalla de oro en el relevo mixto 4×400. En esta entrevista, nos comparte su perspectiva sobre el atletismo, el trabajo en equipo, los sacrificios en su vida personal y profesional, y sus metas para el futuro.

¿Cómo comenzó tu historia con el atletismo? ¿Recuerdas cuál fue el momento o la carrera que te hizo saber que el atletismo era tu camino?

Mi carrera en el atletismo comenzó en los campamentos de Jaime David Fernández Mirabal. Fue allí donde entendí que mi vida estaba destinada al deporte, y empecé a verlo como una alternativa de vida.

Tu abuela Ana González ha jugado un papel fundamental en tu carrera, ¿qué significó para ti su apoyo y sacrificio en tu proceso de formación como atleta?

Sí, mi abuela me dio mucho apoyo desde el principio. Creyó en mí, me brindó consejos y, en mis momentos más bajos, ella siempre estuvo ahí, dándome fuerzas para no rendirme.

¿Cuál ha sido el mayor sacrificio que has tenido que hacer, tanto a nivel personal como profesional, para llegar donde estás ahora?

A los 22 años, tuve un hijo. Fue un momento difícil, ya que no tenía mucha experiencia ni recursos, pero su llegada me dio fuerzas para seguir luchando. Desde ese momento, supe que debía continuar por él. Además, el sacrificio profesional fue dejar de trasladarme a Samaná y estar lejos de mis seres queridos para seguir luchando por mis sueños en el atletismo.

Siempre ha sido una constante en tus declaraciones el reconocer el papel de los entrenadores que han guiado tu carrera, especialmente Yaseen Pérez

Yassen Pérez para mí significa mucho. Me ha enseñado a ser fuerte tanto en el atletismo como psicológicamente. Siempre me ha inculcado la importancia de pensar en grande y de no conformarme con ser uno más. He trabajado con tres entrenadores, pero Yassen fue el único que me enseñó a ser diferente. Para mí, es uno de los mejores entrenadores del mundo.

El proceso de transición entre 400 metros y 400 metros con vallas debe ser desafiante. ¿Qué diferencias sientes en la preparación y qué te atrae de ambas disciplinas?

Los entrenamientos para los 400 metros planos y los 400 metros con vallas son diferentes. En los 400 metros planos, la preparación es más constante y requiere mayor fuerza. Mientras que en los 400 metros con vallas, el enfoque es más técnico, ya que se debe tener habilidad para superar los obstáculos. Ambas disciplinas tienen sus particularidades, pero me atrae el reto de combinar velocidad y técnica en cada una.

El atletismo es un deporte individual, pero has mencionado el trabajo en equipo en el relevo mixto 4×400. ¿Cómo manejas esa dinámica de trabajar en equipo en una disciplina tan individualista?

El trabajo en equipo es fundamental, especialmente en el relevo mixto. Aunque el atletismo es un deporte individual, en el relevo creamos amistades y aprendemos unos de otros. Sin embargo, el trabajo individual es crucial para alcanzar nuestras metas. Debemos entrenar duro y concentrarnos en nuestros sueños para llegar a la meta.

Ganaste la medalla de oro en el relevo mixto 4×400 en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. ¿Cómo viviste ese momento, especialmente al recibir el testigo de campeonas olímpicas como Marileidy Paulino y Anabel Medina?

Fue un momento de gran orgullo. Recibir la medalla de oro junto a mis compañeras Marileidy Paulino y Anabel Medina me convirtió en uno de los primeros medallistas Panamericanos de 2023. Fue un honor ser parte de ese equipo.

El oro en los Juegos Panamericanos fue un logro histórico para el equipo de relevo mixto de República Dominicana. ¿Qué crees que hizo especial a ese equipo y cómo te sentiste al ser parte de ese momento único?

Ese equipo fue especial por la calidad humana y profesional de cada integrante. El hecho de que pudimos unirnos para lograr la meta, bajo la presión de ser un equipo con campeonas olímpicas, me llenó de felicidad y orgullo. Fue un logro histórico y me sentí muy agradecido por ser parte de ese momento único.

¿Cuál ha sido el campeonato o evento en el que más has aprendido, ya sea por el desafío que representó o por la calidad de los rivales que enfrentaste?

Los Juegos Panamericanos de Chile fueron uno de los eventos más grandes en los que participé. Fue una competencia de gran nivel, donde enfrenté a rivales de clase mundial, y me permitió aprender mucho en cuanto a la preparación y la competitividad en la pista.

A pesar de la eliminación del relevo mixto de República Dominicana en los Juegos Olímpicos de París, ¿Lecciones y planes a corto y mediano plazo?

Las lecciones son claras: debo trabajar más duro, ser más fuerte, y comprender que ahora compito a nivel mundial, no solo a nivel nacional. Debo prepararme para enfrentar a los mejores y estar listo para cada desafío. Mi plan es seguir entrenando intensamente para superar cualquier obstáculo y, si me caigo, levantarme y continuar luchando.

¿Qué significa para ti representar a la República Dominicana en el escenario internacional?

Representar a mi país es un orgullo inmenso. Llevar la bandera de la República Dominicana en alto es un privilegio grande y maravilloso, y cada vez que compito, siento el respaldo de mi nación, lo que me impulsa a dar lo mejor de mí en cada carrera.