De su Aragua natal en Venezuela al escenario internacional, Javier Gómez se ha ganado un lugar destacado en concierto actual del atletismo sudamericano.

En los Campeonatos Sudamericanos de 2023, obtuvo el primer lugar en el relevo 4×400 metros y el quinto en 400 metros. En los Juegos Panamericanos de 2023, se colgó la medalla de bronce en el relevo 4×400 metros. Además, se consagró subcampeón en los Campeonatos Sudamericanos Sub-23 de 2021 en los 400 metros. En el ámbito nacional, ha sido campeón en varias ocasiones, logrando el primer puesto en 400 metros en 2023 y 2024, y en el relevo 4×100 metros en 2023. También ha brillado en los Juegos Sudamericanos, donde ganó el oro en el relevo 4×400 metros en 2022.

En esta entrevista, Javier nos abre su corazón y comparte las claves de su éxito, las lecciones que ha aprendido a lo largo de su carrera y sus sueños de representar a Venezuela en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

¿Cómo influyó tu entorno y tus primeros años de carrera en tu pasión por el 400 metros?

Mi entorno siempre ha sido fundamental, especialmente el apoyo de mis padres, quienes han sido mi mayor respaldo. Gracias a la educación que me dieron, desarrollé la determinación para lograr todo lo que me propongo. Me formé como atleta en un camino en el que, muchas veces, no tuve compañeros con quienes compartir el proceso, pero eso me enseñó a aprender de los altibajos y a forjar mi carácter competitivo.

Tu marca personal de 45.65 segundos en los 400 metros en 2024 te coloca como uno de los atletas referenciales en Sudamérica. ¿Qué aspectos de tu entrenamiento han sido clave para llegar hasta allí y qué significa para ti este logro?

Correr 46.65 segundos fue el resultado de un proceso arduo que, junto a Dios y la metodología de mi entrenador Yassen, pudimos lograr. Venía de tres años sin alcanzar mi máximo nivel, pero con su guía logramos optimizar mis condiciones físicas y entender el 400 metros de una nueva manera, lo que nos llevó a este resultado. Esta marca representa más que un simple tiempo; es la prueba de que, con trabajo y paciencia, se puede volver más fuerte. Sin embargo, no me conformo con esto, porque mi verdadera meta es correr por debajo de los 45 segundos y clasificar a los Juegos Olímpicos. Este ha sido solo un paso más en el camino.

A tus 23 años, ya has alcanzado grandes logros. ¿Cuáles son tus objetivos a corto y largo plazo en el atletismo?

A corto plazo, quiero clasificar al Mundial Bajo Techo, al Mundial al Aire Libre y competir en los Juegos Bolivarianos. En cada uno de estos eventos, deseo enfrentar a los mejores competidores y dejarlo todo en la pista. También quiero mejorar mis marcas en cada competencia clave. A largo plazo, mi principal objetivo es clasificar y competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. No solo quiero asistir, sino estar entre los mejores. Mi sueño es dejar una huella en el atletismo sudamericano y representar a Venezuela con orgullo.

Has mencionado que eres perseverante y que tu proceso ha tenido altibajos. ¿Qué lecciones has aprendido durante esos momentos difíciles que te han ayudado a seguir adelante?

Los momentos difíciles son parte del camino, y cada uno de ellos me ha enseñado algo valioso. Aprendí que el progreso no siempre es lineal; hay momentos en los que parece que todo está en contra, pero es en esos momentos cuando realmente se demuestra de qué estamos hechos. La paciencia y la disciplina son clave. También entendí que el cuerpo necesita descanso, y que la recuperación es tan importante como el entrenamiento. Lo más importante es no rendirse y siempre buscar mejorar, aunque sea solo un 1% cada día.

¿Qué consejos le darías a los jóvenes atletas que desean llegar a un nivel de élite como el tuyo?

Primero, que tengan claro que esto es un proceso, y que no existen atajos. La fe mueve montañas, y ante todo, hay que confiar en Dios. Se necesita disciplina, paciencia y mucha entrega. También les diría que no se comparen con los demás; cada quien tiene su propio tiempo y evolución. Que se rodeen de personas que los impulsen a mejorar y que confíen en su entrenador y en el plan que siguen. Y lo más importante: que disfruten el proceso, porque cuando amas lo que haces, es más fácil dar el 100% todos los días.

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Trabajar bajo la mirada de Yaseen Pérez, quien ha sido clave en el desarrollo de varios campeones. ¿Qué impacto ha tenido en tu carrera trabajar con él y cómo ha influido en tu evolución como atleta?

Trabajar con el profesor Yaseen ha sido un antes y un después en mi carrera, yo estoy muy agradecido de su confianza y su talento. Por que sin el esto nada fuera sido posible a pesar de que estamos a la distancia. Él entendió mi potencial y supo cómo llevarme al siguiente nivel. Su método de entrenamiento me ha permitido mejorar en resistencia, fuerza y en la parte mental, que es fundamental en pruebas como el 400m. Con él, pasé de ser un atleta con buen nivel a un atleta con una mentalidad competitiva internacional. Su confianza en mí y su exigencia han sido clave en mi evolución.

¿Cuál es tu mayor motivación en la pista, y cómo logras mantenerte enfocado y motivado para seguir superando tus propios límites?

Mi mayor motivación es demostrarme a mí mismo hasta dónde puedo llegar, además de ver a mis padres orgullosos de mis logros. Me impulsa saber que puedo mejorar cada día y que tengo el potencial para competir al más alto nivel. También me motiva representar a Venezuela y poner el nombre del país en lo más alto. Para mantenerme enfocado, tengo claro mi objetivo final y divido el camino en pequeñas metas. Cada entrenamiento es un paso más, y eso me ayuda a no perder la motivación.

¿Cómo te gustaría que se reconozca al atletismo venezolano en el ámbito internacional y qué papel te gustaría jugar en ese proceso?

Me gustaría que el atletismo venezolano sea visto como una potencia, porque hay muchísimo talento en el país. Quiero ser parte de ese cambio y demostrar que podemos competir de tú a tú con los mejores del mundo. Mi objetivo es inspirar a las nuevas generaciones a creer que sí es posible y abrir camino para que más atletas venezolanos lleguen lejos. Mi meta no es solo alcanzar mis propios logros, sino también dejar un legado en el deporte.